2 ene 2010

ATARDECER


Disfruto tu vida en mí,
como un dulce atardecer.
Esos tonos naranjas
y diversos matices
en la cúspide celeste,
le dan calor a mi alma
como tu piel a mi piel.
Tu mirada me resulta
tan acariciante como la brisa
de tarde decembrina.
Me llenas, me elevas
y mi alma se subleva
y se envuelve
del dulzor
que produce tu amor.
Cálido sin producir calor...
Fresco sin producir frío...
Tu atardecer en mi
produce equilibrio,
estabilidad, el equilibrio anhelado por mi alma.
Haciéndome sentir (cuando estoy contigo, en ti...)
En mi hogar.
Hogar de eternos y fulgurantes atardeceres
Eres tu mi más brillante y hermoso atardecer...