
La vida sería mágica,
las molestias durarían instantes,
y la alegría permanecería.
Te ilusionarías con apenas una sonrisa
y creerías en todos los cuentos de hadas.
Disfrutarías y experimentarías
todas las emociones a plenitud.
Y sólo vivirías el aquí y el ahora.
No tendrías tiempo para el aburrimiento
ni mucho menos para las crisis.
Si todos fuesen iguales a ti,
la vida sería una constante fiesta ((())))
con miles de soundtrack, todos divertidos.
No habría espacio para el rencor,
y mucho menos para el delito,
pues el único delito sería amar por doquier
y sin condición.
Si todos fuesen iguales a mi amigo Down,
definitivamente este sería mi cielo.
Lleno de esperanzas, alegrías, intensidad
de todas las emociones contadoras,
ternura, ingenuidad, amistad, pasión
en pocas palabras: Esto es el AMOR.
A todos mis amigos con Síndrome de Down en su día y aquellos que hemos sido bendecidos con sus vidas en las nuestras. Resulta que lo que para unos es un accidente genético, es algo maravilloso, Dios quisiera y la vida estuviera llena de estos seres angelicales y majestuosos.