En el momento de amarte, aun de manera irracional
pero imposible en mi que sólo sea distal,
no pierdo el rumbo...
Sólo basta seguir la brújula de tu corazón y de tu pasión
dónde con tu mirada de niño me diriges a amarte así con
sencillez
sin margen de error, pues en ti, esa mirada me marca el norte.
Puedo perderme en ti, de adentro hacia afuera de arriba a
abajo, pero siempre llegando al
destino indicado:tu plenitud y tu entrega.
Juegos de miradas y caricias, de sentires y situaciones inéditas
tanto para ti como para mi...
Ellos marcan nuestro Este y nuestro Oeste.
Nuestro Sol nunca sale en el mismo sentido, hemos tenido
encuentros donde él se asoma por el Norte y se refleja hasta
el Sur, haciéndonos rendir de tanto calor y pasión.
Otras se asoma tímido por el Sur, y es cuando con urgencia de
caricias debemos esperar.
En ese entonces sólo nos conformamos con una sonrisa, una
mirada o un detalle los cuales siempre se concretaran porque
no podemos esperar más.
Así vida mía, es nuestro amor. Posee una cardinalidad única y
particular la cual nos llena de esperanza de momentos cada
vez más intensos, profundos y apasionados.
Eres tu la brújula que guía nuestra cardinalidad a la hora de
amar, y es mi amor, impulso y deseo la aguja imantada que
determina la dirección.
En conclusión nuestro amor, gira en todas direcciones con las
cuerdas nuevas
que el Dios de amor le dio a mi Trapecio.
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esto me encantooooooooooooooooooooooooó ;D
ResponderEliminar"Puedo perderme en ti, de adentro hacia afuera de arriba a abajo, pero siempre llegando al
destino indicado:tu plenitud y tu entrega"
Algo asi como lo que me pasa con mi negro excelente ;)